En abril de 1561 los habitantes de la ciudad de Núremberg en Alemania eran testigos de un hecho insólito, un extraño fenómeno de luces que según relataron y quedó documentado en una publicación local, definieron como una batalla en el cielo que difícilmente podían explicar. Mientras los científicos aluden a un curioso fenómeno óptico y se conoció por ello como el "Fenómeno Celeste en Núremberg de 1561", los ufólogos por su parte lo consideran uno de los mejores casos de la ufología documentados de la historia y lo denominaron "la Batalla (OVNI) sobre el cielo de Núremberg".
El suceso se produjo al amanecer del 4 de abril de 1561, cuando los ciudadanos de Núremberg asistieron asustados a lo que describieron como una batalla aérea seguida por la aparición de un gran objeto triangular negro y un gran accidente en las afueras de la ciudad. Según los testigos, había cientos de esferas, cilindros y diversos objetos de formas irregulares que se movían erráticamente por encima suya.
Dos publicaciones locales se hicieron eco del extraño suceso. Una de ellas solo se conoce una ilustración del evento cuyo autor es desconocido. La otra publicación fue un reportaje impreso el 14 de abril de 1561 en un periódico local. Su autor es Hans Glaser y el documento original se conserva en la Zentralbibliothek de Zúrich, Suiza.
El artículo de Hans Glaser (Himmelserscheinung über Nürnberg vom 14. April 1561) incluye una famosa ilustración que representa lo sucedido ese día y un texto donde se detalla lo que los testigos presenciaron:
"En la mañana del 4 de abril de 1561, al amanecer, entre las 4 y las 5 de la madrugada, una aparición terrible ocurrió en el Sol y fue presenciado por muchos hombres y mujeres de toda la ciudad de Núremberg. Al principio aparecieron en el medio del Sol dos arcos semicirculares color rojo sangre, igual que la Luna menguante. Por encima, por debajo y a los lados el Sol tenía color sangre y había una bola redonda color metálico (ferroso) y negro. A ambos lados había también más esferas en gran número, tres en línea, cuatro formando un cuadrado y varias esferas solas. Entre estas esferas había varias cruces rojas muy visibles y grandes tubos o barras con más esferas en su interior.
Todos ellos comenzaron a pelear entre sí, de modo que las primeras esferas volaron hasta donde se encontraban los que estaban a los lados del Sol y los tubos fueron hacia el Sol, luchando entre ellos durante más de una hora. Cuando acabó la lucha, todas cayeron del Sol sobre la tierra como si se hubieran quemado y se consumieron en la tierra con un inmenso humo. Tras esto, quedó una especie de lanza negra en el cielo muy larga y gruesa con el eje señalando hacia el este. Lo que significan estas señales, sólo Dios lo sabe."
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La explicación más probable y científica de este evento, señala que pueden tratarse de efectos ópticos causados por la refracción de la luz a través de partículas de hielo en las nubes, fenómenos conocidos como el Parhelio o los Halos. Los arcos de media luna y las barras de sol se han asociado con el Sol en ángulos de visión baja en otros tiempos y lugares, y son fenómenos naturales o meteorológicos bien documentados por la ciencia.
Según el escritor Jason Colavito, esta publicación de Hans Glaser de 1561 se dio a conocer en la cultura moderna en 1958 gracias al libro de Carl Jung, "Platillos Voladores: Un mito moderno de cosas que se ven en los cielos". Jung en su libro, exponía su teoría sobre el suceso donde la importancia radicaba en la interpretación que daban los seres humanos a la escena, plagada de cruces, cañones, bolas de cañón y una especie de lanza.
Otro autor, Otto Billig, intentó interpretar estos hechos dentro de su contexto histórico. Núremberg era por aquel entonces una importante ciudad de la baja Edad Media que sufrió años antes varios sitios y subidas de impuestos, pasando una época de penalidades sus habitantes. Incluso se mencionaron anteriormente la visión de "varios soles" como una señal divina o la aparición de caballeros luchando en los cielos. En definitiva, una época de dificultades para los ciudadanos que podían acentuar el pensamiento apocalíptico.
Apartir de la publicación del libro de Jung, los sucesos de Núremberg se convirtieron en una referencia obligada para los amantes de la ufología y es considerado por los ufólogos como uno de los avistamientos OVNIS de la antigüedad más importantes que se han podido documentar en la historia.
Pocos años después, en agosto de 1566 se producía un fenómeno casi idéntico en la ciudad suiza de Basilea que fue presenciado por cientos de testigos oculares, documentado por un escritor local, Samuel Koch, conservándose el texto original también en la Biblioteca Central de Zúrich.
Según el folleto, se observaron diferentes fenómenos celestes en cada uno de los tres días. Se dice que el primer evento fue una puesta de sol inusual, el segundo un eclipse lunar total con un amanecer inusualmente rojo, y durante el tercer evento se observó un enjambre de "muchas esferas negras" frente a la salida del Sol.
Traducción del Titular:
"En 1566, una extraña figura fue vista tres veces en el cielo alrededor de Basilea, los días 27 y 28 del mes del heno y el 7 de agosto, hacia el amanecer y el atardecer.
Durante el año 1566, el 27 del mes del heno, después de que el sol había brillado cálido y hermoso en un cielo brillante y claro, hacia la puesta del sol, alrededor de las 9 de la noche, cambió repentinamente y asumió una forma y un color diferentes.
Primero perdió todo su esplendor y brillo, luego no creció más que la luna llena, y finalmente parecía estar llorando sangre y el aire detrás de ella se volvió negro. Entonces ella fue vista por todo tipo de ojos de personas sobre la ciudad y el país. De la misma manera, la luna, que estaba casi llena y brillaba durante la noche, estaba casi roja y de color sangre en el cielo.
A la mañana siguiente, cuando era domingo, alrededor de las 6 en punto, el sol volvió a salir y se levantó, con la misma forma, con quien se había acostado anteriormente. Brillaba sobre las casas, los callejones y los alrededores como si todo fuera rojo fuego y sangre. Además, el 7 de agosto, hacia la salida del sol y un poco antes, se vieron en el cielo muchas bolas negras grandes, volando frente al sol con gran velocidad y velocidad, chocando entre sí como discutiendo. Algunos de ellos se volvieron ardientes y rojos, pronto se desintegraron y luego se apagaron".
Interpretaciones ufologicas:
El investigador de ovnis , astrónomo y escéptico Jacques Vallee contradice esto y señala que llama la atención que los numerosos informes tempranos sobre "señales milagrosas" y "espectáculos celestiales" presenten parcialmente la misma descripción de los eventos palabra por palabra. Los informes, con su contenido siempre el mismo, no cambiarían en su estructura básica a lo largo de los siglos, y los objetos involucrados en el evento serían siempre los mismos. Siempre se trata de esferas, pelotas y/o objetos en forma de disco de asombrosa maniobrabilidad , que luchaban frente al sol en el cielo y en el espacio .
Asimismo el eternamente mismo descrito.
La formación de los objetos y la duración muy larga de los eventos te hacen pensar. Además, en los numerosos textos se utilizan siempre las mismas frases y frases , aunque provengan de distintas décadas y siglos , para describir los hechos. Y cada uno de estos eventos fue informado a las autoridades religiosas , administrativas y científicas y publicado en folletos.
Por un lado, Jacques Vallee se pregunta si sería correcto atribuir todos estos informes a diferentes fenómenos naturales por conveniencia y dejarlo así, ya que no se pueden descartar sin más interpretaciones alternativas.
Por otro lado, es poco probable que la tecnología detrás de los supuestos objetos voladores extraterrestres no se haya desarrollado a lo largo de los siglos en los informes y que los extraterrestres involucrados siempre parecen ser los mismos. Además, ni el significado ni el propósito, ni el motivo de tales batallas celestiales son evidentes.
Interpretaciones meteorológicas:
La meteorología también se ocupa de folletos medievales en los que se pueden ver "señales celestiales de milagros". El trasfondo es el hallazgo de que en muchas representaciones se muestran fenómenos celestes reales de todo tipo. Algunos de los más comunes de estos espectáculos celestiales incluyen halos, parhelios, eclipses solares , eclipses lunares , auroras boreales y estrellas fugaces . Según los meteorólogos , el famoso folleto de Nuremberg de 1561 probablemente registró la aparición de un halo matutino que incluía varios parhelios.
Caída de meteorito de 1628 en Oxford
Una xilografía coloreada realizada en Oxford ( Inglaterra ) de 1628 informa de la caída de un meteorito el 9 de abril.
Ese año, los residentes de Oxford y sus alrededores escucharon un fuerte estallido, como una bala de cañón, después de ver una "cola más brillante que tres soles" que descendía del cielo. Según Ulrich Magin, el grabado en madera en color es tan notable porque la caída del meteorito en sí se comparó con una hueste celestial de jinetes y artilleros luchando y la pintura en realidad muestra dos cañones en las nubes, disparándose balas entre sí. En el centro de la representación, se pueden ver unidades de caballería armadas en el centro a la izquierda de la imagen, atacándose entre sí bajo tres soles.
Auroras boreales:
La aurora boreal también se consideró una "terrible señal de advertencia de Dios" en Europa Central hasta finales del siglo XVIII. Dado que el folleto de Nuremberg de 1561 se creó en un momento en que aparentemente se observaron muchos "signos milagrosos en el cielo", no sorprende a los historiadores que los informes sobre la aurora boreal (por ejemplo, sobre Basilea, Nuremberg, Milán y Estrasburgo) también contienen estos mismos con "huestes que luchan en el cielo" y "esplendor de fuego" y los textos se concluyen con admoniciones cristiano-bíblicas. Este esquema se corresponde bien con el volante de Basilea.
Dra. Anayatzin S. Mendoza.
Bibliografia:
William J.birrs, The Everything UFO Book: una investigación de avistamientos, encubrimientos y la búsqueda de vida extraterrestre . Adamas Media, 2011, ISBN 1-440-52647-8 .
Robert Greenler: Arcoíris, halos y glorias . Archivos CUP, Cambridge (NY) 1990, ISBN 0-521-38865-1 .
Carl Gustav Jung: un mito moderno: de cosas vistas en el cielo . Rascher-Verlag, Zúrich/Stuttgart 1958.
Wiebke Schwarte: Luces del Norte . Waxmann, Munster 1999, ISBN 3-89325-785-3 .
Jacques Vallee, Chris Aubeck: Maravillas en el cielo: objetos aéreos inexplicables desde la antigüedad hasta los tiempos modernos . Libros de pingüinos, 2010, ISBN 1-101-44472-X .
JC Vintner: Misterios de la Tierra Antigua . AEM Publishing, Portland 2011, ISBN 1-466-25524-2 .
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