El desarrollo de nuevas tecnologías militares no deja de asombrarnos, esta es una de las últimas investigaciones llevadas a cabo.
Existe una fuerte corriente de oposición a estas investigaciones por diferentes grupos de todo el mundo.
El mundo se encuentra en una revolución comunicacional de dimensiones extraordinarias. La informática ha hecho de las telecomunicaciones una herramienta aún más poderosa, debido a que facilita el intercambio de información a niveles nunca antes experimentados, y con las posibilidades de alterar nuestras estructuras sociales y económicas, como lo hace desde ya Internet, al presentarse como un integrador de servicios de telecomunicaciones y de informática dando nacimiento a una nueva terminología como lo es la telemática.
A tal punto llega nuestra necesidad de comunicarnos, que estamos buscando otros seres vivientes en el universo, y como muestra de ello existe en los Estados Unidos el primer observatorio dedicado a la búsqueda óptica y detección de pulsos láser inter-estelares, denominado OSETI, y mejor conocido como el SETI (Search For Extraterrestrial Inteligence).
Adicionalmente, y como resultado de la guerra fría, los norteamericanos han desarrollado el sistema de comunicación más poderoso e impresionante del siglo, no se limita al sistema de telecomunicaciones por satélites del ejercito, sino al Programa de Investigación de Alta Frecuencia Activa o High Frecuency Active Auroral Research Program, mejor conocido como el H.A.A.R.P. El Haarp, es un calentador de la ionosfera, y actúa sobre ella como la antena más poderosa que jamás haya existido. Actúa con el recientemente descubierto electro chorro, el cual se forma en los polos norte y sur del planeta, y se aprecia su efecto atmosférico con el fenómeno conocido como aurora boreal. Fue una idea original de Nicola Tesla quien a principios de siglo, desarrolló la propuesta de comunicar al mundo a través de la atmósfera como un canal de comunicación global.
Realmente, el Haarp es más que una simple antena, teóricamente se prevé la posibilidad de modificar el clima del planeta, desviar los jetstream, aniquilar sistemas en aviones en vuelvo, o corrientes a chorro de la alta atmósfera hacia donde se tenga interés, trabaja con ondas de alta y baja frecuencia, y la consideran algunas personas como un peligro para la existencia de la humanidad, debido al uso potencial como arma de guerra climatológica.
Adicionalmente, se cree que los norteamericanos han desarrollado una frecuencia que afectaría las funciones cerebrales de los seres humanos, que para cualquier caso necesario se haría una interferencia global o regional según el caso, que afectaría nuestros procesos mentales.
En la publicidad que los militares hacen del HAARP lo describen como un programa de investigación atmosférico para la mejora de las comunicaciones. Sin embargo en otros documentos militares indican claramente que se trata de una investigación para aprender como “reventar la ionosfera”.
Existen varios calentadores atmosféricos, de los cuales destacan el ubicado en el SETI en los Estados Unidos y otro en Noruega de menores dimensiones denominado EISCAT el cual efectúa las mismas funciones experimentales del Haarp.
En caso de ser cierto, las denuncias y críticas que se le hacen a este sistema, entonces sería perjudicial para nuestro medio ambiente y para nosotros mismos. Ya en la década de los años cincuenta, los norteamericanos iniciaron un proyecto denominado Arco, el cual consistió en bombardear los llamados Cinturones de Van Halem con armas nucleares, con el fin de medir y estudiar los efectos producidos, y crear auroras boreales artificiales, teniendo como consecuencia, que la protección del planeta frente a las radicaciones solares quedaron abiertas, y en la isla de Hawai, se presentó el fenómeno de una aurora boreal, y perdieron todo el sistema eléctrico. La apertura producida en los cinturones de van Halem duró casi todo un día.
El Programa de Investigación de Aurora Activa de Alta Frecuencia (HAARP por sus siglas en inglés) es el calentador inosférico más potente del mundo. Los militares alegan que algunos de sus propósitos son:
- Reemplazar el obsoleto ROTHR.
- Mejorar las comunicaciones con submarinos.
- Bloquear comunicaciones del enemigo .
- Tomografía de penetración de la Tierra para detectar armas nucleares y minerales a varios kilómetros de profundidad.
El Departamento de la Defensa de EEUU (DoD por sus siglas en inglés) ha afirmado abiertamente que uno de sus grandes intereses en HAARP es su capacidad de controlar procesos ionosféricos. Su transmisor, que consiste en 360 antenas de 22 metros de alto, puede emitir poderosas cargas electromagnéticas hacia la ionosfera que causan que se caliente y se haga un agujero no menor de 50 km de diámetro en ésta.
La ionosfera es la capa del planeta eléctricamente cargada que nos proteje de radiaciones cósmicas y de los varios rayos solares (ultravioleta, X, gamma) que son nocivos a la salud. La intención del DoD es perturbar la ionosfera para estudiar como ésta responde y como se recupera. El Dr. Richard Williams de la Sociedad Americana de Física califica esto como “un acto irresponsable de vandalismo global”. Tales experimentos causan efecto tras efecto en todo el planeta.
Existen otras alarmantes capacidades de éste y de otros calentadores ionosféricos descritas en separados documentos federales según comentan los científicos Begich y Manning, autores del libro Angels Don’t Play This HAARP: Advances in Tesla Technology : La modificación del clima con propósitos militares ha sido contemplada con anterioridad. Begich encontró una patente de la ARCO Power Technologies Inc., constructores de HAARP, que dice que “la modificación del clima es posible... alterando los patrones de vientos de la alta atmósfera...”. Gordon J. F. MacDonald, ex-director del Instituto de Geofísica y Física Planetaria de UCLA, escribió en su libro Unless Peace Comes sobre el uso de esta tecnología para la manipulación del tiempo y del clima, descongelación de glaciares, control del oleaje de los océanos y la manipulación de las ondas cerebrales en las personas.
Documentos de la Fuerza Aérea y escritos de Zbigniew Brzezinski (Consejería de Seguridad Nacional del Presidente Carter) hablan sobre transmisores de radiación electromagnética de alto poder para manipular y perturbar los procesos mentales humanos de grandes poblaciones. Los opositores al HAARP comparan la capacidad ofensiva de éste calentador ionosférico con una “Caja de Pandora” la cual una vez se abra no se podrá cerrar.
HAARP es comparable con el ROTHR en varios aspectos. HAARP y ROTHR son radares que funcionan similarmente aunque ROTHR usa tecnología de los 80’s. Ambos consisten de antenas transmisoras y receptoras. Disparan potentísimas ondas electromagnéticas de alta frecuencia; por esto son usados actualmente para estudios ionosféricos. Ambos utilizan la ionosfera como espejo para hacer llegar su onda más allá del horizonte, cubriendo regiones extensas.
Ambos tienen potencial ofensivo, capacidades y usos ocultos. Ambos impactan negativamente en el ambiente y en la salud. De la misma manera en que el DoD niega los usos bélicos de HAARP y su daño al planeta en su documento principal, podemos fuertemente considerar que la desinformación de la Marina de Guerra sobre ROTHR es indicio de que tiene aplicaciones de las cuales no se nos quiere informar debido al daño que causaría de ser instalado en cualquier lugar del planeta.
Esta es la nueva tecnología militar, la guerra electrónica.
Lo que nos predispone el futuro es incierto por el secretismo de estos temas pero, la realidad supera la ficción.
Por. Bitácora Ufologica
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